Poema sobre dejar ir y superar

«Soltar»

Las avecillas empiezan a guarecerse de la lluvia
mientras yo me quedo inmóvil en ese lugar.
La gente pasa por mi lado a pasos apresurados
mientras yo me pregunto qué fue lo que ha ocurrido.
El mundo no espera y continúa transitando dentro de su propia rutina
mientras yo busco dentro de mí aquello que me está frenando.

De pronto visibilizo una banca vacía
tal como yo me siento por dentro,
y mi cuerpo se desplaza hacia allá aún sin darle indicación alguna.
Sobre la banca me dejo descansar,
pero sin dejar de sostener aquel peso que llevo conmigo,
y es que no puedo hacerlo porque no sé cómo.

De pronto resbalo y,
al notar que casi se cae el peso que cargo,
lo sostengo con fuerza aunque eso me debilite más.
Entonces la comprensión toca la puerta de mi consciencia;
mi cuerpo me está dando la respuesta que mi mente se empecina en obviar.
No es que no puedo sino que no quiero.

Aunque todo a lo que me aferro me lastima, no quiero soltar ese peso.
No quiero… ¿Cómo es posible eso?
Mi mente se niega a entender que mi realidad cambió. ¡Qué mi vida cambió!
Pero soy yo quien le puede ayudar a abrir los ojos;
y luego, a soltar.
Soltar con la mente, el corazón y las manos;
dejándome libre para avanzar con serenidad.

El peso se va y las oportunidades llegan.
El cansancio se desvanece y la motivación surge.
El ego se calma y la deconstrucción personal florece.
La mente madura y la sabiduría se fortalece.
Al soltar comienzo a recobrar las riendas de mi vida,
en el presente,
dejándome libre para avanzar nuevamente.