Si la calidad de nuestros pensamientos determina la ruta bioquímica que seguirá nuestro cuerpo, vivir con un carga de pensamientos negativos, progresivamente, generará una condición de MAL – ESTAR; la cual afectará nuestra salud en gran medida. Entonces, ¿Cómo desarrollar el hábito de pensamiento saludable?
Para una mayor comprensión, antes de continuar con este tema te sugerimos revisar el artículo Qué relación existe entre pensamiento y emoción. Allí no sólo se menciona que en consiste y cuál es la finalidad de dicha relación, sino que también se habla sobre los pensamientos negativos y lo que desencadenan en la persona. Esto es muy importante, ya que el desarrollo del hábito de pensamiento saludable implica el conocimiento acerca de los pensamientos tanto negativos como positivos.
Por consiguiente, ahora nos enfocaremos en los pensamientos positivos.
Pensamientos positivos y su ruta bioquímica
Estos pensamientos pueden ser flexibles, reflexivos, constructivos, racionales, adaptativos y optimistas. Pero, en cualquiera de los casos, un pensamiento positivo sigue la siguiente ruta donde, además, participan las emociones:
Pensamiento positivo → Genera un estado emocional positivo → Mantiene equilibrada la bioquímica del cuerpo → Produce sustancias saludables para el cuerpo → Genera un BIEN – ESTAR.
La decisión de generar un cambio positivo de pensamiento
Los pensamientos que nos alejan de la práctica de pensar de un modo saludable son los «negativos»; a diferencia de aquellos que nos mantienen en el camino hacia la construcción de dicho hábito, que son los «positivos».
La causa se halla en las propias características. Mientras los pensamientos negativos se caracterizan por ser automáticos y desadaptativos; los pensamientos positivos son racionales y adaptativos.
Por tanto, es una buena decisión generar un cambio positivo de pensamiento. Pero, ¿De qué manera podemos lograrlo?
Un primer paso es transformar los pensamientos negativos en positivos, siguiendo esta secuencia:
- Describe la situación que estés viviendo. Esta descripción debe ser lo más objetiva posible.
- Nombra la emoción o emociones que estés experimentando en aquel momento.
- Identifica el pensamiento negativo que aparezca de manera automática.
- Modifica este pensamiento negativo hacia una respuesta más adaptativa y racional.
Ejemplo
Laura ha desarrollado la siguiente secuencia para pasar de un pensamiento negativo a otro más adaptativo y racional:
- Situación.- Se derramó la limonada sobre el mantel y los papeles que estaban allí. Fue sin darme cuenta, incluso casi se rompe el vaso.
- Emociones nombradas.- Enojo e incomodidad.
- Pensamiento negativo identificado.- ¡Qué torpe soy! / Aprendizaje: Hacer las cosas rápido, o estando distraída, pueden llevarme al descuido y además, producir accidentes.
- Modificación del pensamiento negativo.- Cometí un descuido, pero de esta experiencia he aprendido que toda actividad merece tiempo y dedicación (Pensamiento positivo).
¿ Cómo desarrollar el hábito de pensamiento saludable?
Sabiendo que es posible lidiar con los pensamientos negativos, nos damos cuenta que tenemos la capacidad para construir el hábito que nos permita pensar de un modo saludable.
Ciertamente, no hay un guía fija para la construcción de este hábito; pero sí algunas recomendaciones que podemos llevar a cabo con buenos resultados:
- Transforma los pensamientos negativos en positivos. Tal como se ha indicado líneas arriba.
- Cultiva la autoestima. Para ello, apóyate en la propia aceptación, aprecio y aprobación.
- Vive con valores, ya que estos son los orientadores de las conductas.
- Se más objetivo(a) en tus interpretaciones y mantén bajo control a las emociones.
- Dirige la atención hacia las soluciones y el aprendizaje.
- Dale un toque de creatividad a los pensamientos. La creatividad favorece la adaptación, la superación de obstáculos, la amplitud de visión y el crecimiento mental.
- Abraza el cambio y transfórmalo en algo positivo para ti mismo(a).
- Agradece al pasado por el aprendizaje que te ha brindado.
- Elige vivir el día a día enfocado(a) en el presente; disfrutando de la ejecución de los planes. El futuro, inicia con cada nuevo mañana.
En síntesis
Los pensamientos positivos son fundamentales para construir el hábito que nos permita pensar de un modo saludable y tener así un bienestar integral. Aunque, siempre recordando que el compromiso, esfuerzo y dedicación son claves para forjar hábitos que sean realmente sostenibles; es decir, que se conserven a pesar de los avatares del tiempo.
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