¿Cuán importante son los pensamientos?
Envejecer de manera activa es una cuestión de decisión e implica pasar a la acción. Descubre el aporte positivo del envejecimiento activo en la persona, a través de una secuencia de 5 diálogos.
Diálogo II
¿Cuán importante son los pensamientos?
Mientras iba caminando por el patio, la Srta. Remi (Orientadora) vió al Sr. Pascual (PAM) sentado en la pequeña pérgola. Al notar el semblante taciturno del adulto mayor, la Srta. Remi decidió acercarse. Habían pasado cuatro días de la conversación que ambos tuvieron sobre el envejecimiento activo y la variedad de actividades que una persona adulta mayor puede realizar.
Orientadora: Buenas tardes Sr. Pascual ¿Ya ha almorzado?
PAM: ¡Ah! es usted. ¿Qué?… Sí, ya comí. Sin gusto, como siempre. La comida no es muy buena aquí. Y antes que me diga algo sobre eso de vivir el envejecimiento, déjeme serle muy claro estoy convencido que nada de eso es para mí.
Orientadora: Sr. Pascual, respeto su opinión. Pero, me gustaría saber ¿Qué le motiva a pensar así?
PAM: ¡Ay! Sólo pienso que eso no es para mí, ¡Estoy cansado!
Orientadora: Agradezco que comparta sus pensamientos y cuál es su sentir. Los pensamientos son producidos para emitir una respuesta, bajo la guía de las emociones. Entonces, si piensa que vivir de manera activa no es para usted, probablemente se produzca la emoción frustración en su interior, y una forma de protegerse a sí mismo es decir que está cansado.
PAM: O sea, ¿Lo que yo pienso está relacionado con lo que yo siento?
Orientadora: ¡En efecto! Los pensamientos producen emociones para alinear el estado mental con el estado corporal. Luego, las emociones devuelven la información confirmando que el cuerpo siente lo que la mente ha ordenado. Como resultado de la repetición, se genera un aprendizaje y un modelo de conducta.
PAM: ¡Vaya!…O sea, ¿Si pienso mal, me sentiré mal?
Orientadora: Le invito a emplear las palabras ‘positivo’ y ‘negativo’; asimismo, tenga presente que la parte psicológica y la parte física siempre buscan estar iguales. Por eso:
Si los pensamientos son positivos, las emociones serán positivas, las conductas serán las adecuadas a la situación, el cuerpo se fortalecerá, y la persona se sentirá bien, respondiendo a la vida con una actitud positiva (objetivamente optimista).
Por el contrario,
Si los pensamientos son negativos, las emociones serán negativas, las conductas serán inadecuadas, la persona se sentirá alterada emocionalmente y poco a poco, la parte física dejará de funcionar de forma correcta, debilitando el cuerpo. En consecuencia, la persona responderá a la vida con una actitud negativa (pesimista de manera subjetiva).
PAM: ¿Quiere decir que los pensamientos negativos pueden afectarme físicamente?
Orientadora: Sí. Los pensamientos negativos afectan el normal funcionamiento físico del cuerpo, a través de 1) Las emociones no controladas; 2) Un diálogo interno crítico e inflexible; 3) La calidad de las palabras que se utilizan para hablar con los demás, y; 4) El estrés crónico, también conocido como estrés negativo.
PAM: Todavía no me queda claro ¿Cómo exactamente mis pensamientos influyen en mi cuerpo?
Orientadora: Los pensamientos son el punto de partida para que se desarrollen diferentes reacciones bioquímicas. De inmediato, estas reacciones producen las respuestas físicas y psicológicas que nosotros conocemos con el nombre de emociones. Todo eso se da en el interior del cuerpo, pero se refleja al exterior a través de la conducta.
PAM: ¡Por eso se dice que la parte física y la parte psicológica actúan conectadas!… ¡Cuán importante son los pensamientos!
Orientadora: Así es.
PAM: Entonces, ¿Qué necesito para tener una vida de calidad?
Orientadora: Ciertamente, para una vida de calidad y completo bienestar es importante esforzarse en mantener un equilibrio tanto físico, psicológico como social.
¿Recuerda aquello que le mencioné días atrás? El envejecimiento activo lleva al descubrimiento de una vida de calidad; y aunque se requiere de:
- Responsabilidad.
- Compromiso.
- Motivación.
- Paciencia.
- La puesta en práctica de distintos tipos de actividades; y,
- El apoyo de algunas otras herramientas…
PAM: (Completando la frase) ¡Los beneficios de vivir el envejecimiento de manera activa realmente hacen que todo esfuerzo valga la pena! Sí, ya lo estoy entendiendo. Srta. Remi, usted cree que mañana podríamos retomar esta conversación. Tengo curiosidad por saber cuáles son aquellas herramientas.
Orientadora: ¡Me parece genial escucharle hablar con ese entusiasmo! Y por supuesto, mañana continuamos nuestra conversación. Que tenga buena tarde, Sr. Pascual.
PAM: (Sonrisa) Igualmente para usted, Srta. Remi.
Artículo anterior.- Sobre envejecimiento activo: Diálogo I ¿Para qué realizar una variedad de actividades?
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Saludos cordiales.
Buen vivir es vivir saludable
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