Dentro del contexto del Capítulo IV Gestionando al estrés desde el entendimiento, en este artículo trataremos sobre los hábitos y la adaptación en el manejo del estrés. Asimismo, te brindaremos algunas pautas para cultivar el hábito de pensamiento saludable que incluyan los rasgos que nos permiten tener una mejor adaptación. ¡Empecemos!
Los hábitos y la adaptación en el manejo del estrés
En primer lugar, hablemos de los hábitos y la adaptación
⇒Los hábitos
Son el resultado de conductas repetitivas que se mantienen en el tiempo y que llegan a convertirse en expresiones características de nuestro comportamiento. Sin embargo, creo que estarás de acuerdo en afirmar que es más sencillo desarrollar hábitos negativos que forjar hábitos beneficiosos, hallándose aquí la oportunidad de auto preguntarse ¿Qué tipo de hábitos deseo cultivar para mi vida?
Asimismo, existe un importante factor que es determinante en la construcción de los hábitos; este factor es la actitud, y se considera que es determinante en la construcción de los hábitos debido a que la actitud es alimentada por los pensamientos.
⇒La adaptabilidad o capacidad de adaptación
Es la capacidad de respuesta a través de la cual adecuamos nuestro comportamiento para actuar de una manera más apropiada ante las circunstancias y así mantener el equilibrio; es decir, adaptarnos.
La capacidad de adaptarnos se puede desarrollar y, también, mejorar continuamente; siendo tres los beneficios que nos otorga esta capacidad:
- Aceptar los desafíos de una mejor manera, con una actitud más inclinada hacia la curiosidad, las ganas de aprender y crecer.
- Estar preparados(as) y listos(as) para lo que pueda ocurrir.
- Convertirnos en líderes. Nuestros propios líderes.
Tras este preámbulo, ahora nos centraremos en los hábitos y la adaptación en el manejo del estrés
Si nosotros nos entrenamos en pensar apoyándonos en la gama de pensamientos positivos, que incluya por supuesto a los pensamientos constructivos, vamos a tener una actitud positiva frente a la vida y del mismo modo, vamos a ir cultivando el hábito de pensamiento saludable.
El hábito de pensamiento saludable, a su vez, nos permitirá tener una mejor respuesta adaptativa ante lo que podamos estar viviendo.
En ese sentido, el hábito de pensar de manera saludable y adaptativa viene a ser un gran aliado en el manejo del estrés, ya que:
- Por una parte, este hábito nos permite desarrollar un estilo de respuesta más adaptativo ante las situaciones de la vida. Recuerda que frente a una situación estresante, quizás no tengamos control sobre el estresor; pero sí tenemos control sobre como respondemos ante dicho estresor.
- Por otra parte, el hábito de pensar de manera saludable y adaptativa nos permite hacer un uso adecuado del estrés para poder gozar de mayor atención y concentración; obteniendo así mejores resultados, sin ser sobrepasados por el estrés.
Sin embargo, cultivar un hábito saludable toma tiempo y requiere de paciencia, esfuerzo y constancia. Justamente, por eso la actitud que tengamos es determinante. Pero además, la solidez de un hábito no se encuentra en la repetición de la conducta sino en la identificación del valor o significado que tiene esa conducta para la persona. Solo de esa manera se mantendrá la motivación, generándose así un hábito sostenible en el tiempo.
Frente a todo, cultivar hábitos beneficiosos para la salud, como es el caso del hábito de pensamiento saludable, nos permite cosechar un estilo de vida saludable.
Entonces, ¿Cómo se logra cultivar el hábito de pensamiento saludable que incluya los rasgos que nos permitan adaptarnos mejor?
Cada persona tiene la capacidad para cultivar el hábito que le permita pensar de un modo saludable y adaptativo. Para tal fin, no hay una guía fija; pero sí algunas recomendaciones que pueden ser llevadas a cabo con buenos resultados:
- Transforme los pensamientos negativos en pensamientos constructivos.
- Cuide la autoestima, mediante la propia aceptación, aprecio y aprobación.
- Viva con valores, ya que estos son los orientadores de las conductas.
- Enfóquese en la situación viéndola como un todo o desde un panorama general.
- Sea más objetivo(a) en sus interpretaciones; piense en forma constructiva, indague y analice las diferentes variables que tiene una situación antes de tomar decisiones; recordando gestionar adecuadamente sus emociones.
- Dirija su atención hacia las soluciones y el aprendizaje; asimismo, transforme cada fracaso en lección de vida.
- Dele un toque de creatividad a los pensamientos. La creatividad favorece la adaptación, la superación de obstáculos, la amplitud de visión y el crecimiento mental.
- Abrace el cambio y transfórmelo en algo positivo. Es decir, elija ser un solucionador(a).
- Viva el día a día enfocado(a) en el presente; disfrutando de la ejecución de los planes.
- Concédase la posibilidad de pedir apoyo cuando sea necesario.
En síntesis
- Los pensamientos positivos, en especial los pensamientos constructivos, son fundamentales para que podamos construir el hábito que nos permita pensar de un modo saludable y adaptativo.
- El hábito de pensar de manera saludable y adaptativa viene a ser un gran aliado en el manejo del estrés.
- Finalmente, podemos decir que los hábitos y la adaptación que son cultivados para el beneficio de la salud nos permiten cosechar un estilo de vida saludable, con un adecuado manejo del estrés.
Momento para reflexionar
Teniendo en cuenta lo explicado en este artículo, ¿Cuáles serán tus siguientes pasos?
«Entre el estímulo y la respuesta hay un espacio. En ese espacio tenemos el poder de elegir nuestra respuesta. En nuestra respuesta se encuentra nuestro crecimiento y nuestra libertad» – Viktor Frankl.
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